{Martina Pedroni~

Martina, es una chica sumamente atractiva, con grandes pechos y una encantadora sonrisa, su piel es de un color caramelo muy hermoso, sus dientes son perfectos, completamente blancos y parejos, su piel es suave como la seda y muy delicada; posee un cabello negro azabache que le llega un poco más abajo del busto, suele tener pequeños risos en las puntas; sus ojos son de un café oscuro, en marcados por unas largas y gruesas pestañas; sus labios son rosados y bastante carnosos, muy provocadores; siempre esta vestida de una forma simple pero un tanto provocadora, su cuerpo es atlético y escultural, posee unas curvas naturales que llaman la atención de todos a su alrededor.

Ella es una persona sumamente alegre y decidida, suele estar siempre con una sonrisa en su rostro, es extremadamente dulce y cariñosa con sus amigos. Pero a pesar de eso suele mostrar su carácter cuando se enoja. Suele ser buena, pero si alguien la ofende o se mete con ella o con sus amigos, pueden jurar que no dormirá en paz más nunca, lo que más detesta es que la critiquen,
Es una chica sumamente coqueta, le encanta arreglarse y maquillarse, pero a pesar de ser coqueta es muy fiel, sigue los principios que su familia le inculco al pie de la letra. No le importan las cosas materiales, puesto que al ser criada en una familia con pocos recursos aprendió a que es más importante lo que uno es a lo que uno tiene.
Es muy honesta no anda con tapujos al momento de decirle sus verdades a la gente, a pesar de que no le gusta odiar cuando lo hace es completamente, cuando se enoja suele hablar en español, y si está verdaderamente brava nadie se puede acercar a ella; para ella la palabra timidez no existe.

Martina, o Samm, como prefería que le llamaran, siempre fue una niña muy querida en su familia. Nació en Ciudad de México y desde pequeña adoraba cantar todo tipo de canciones que sonaban en la radio, era apasionada y sin ninguna cuota de vergüenza, adoraba que la vieran cantar y lucirse ante los demás con su especial don.
Su familia no era una familia de grandes recursos, por lo que un día decidió entrar a un concurso de la escuela para ganarse una beca en la Real Matthews Academy, una escuela que por lo que había oído era la mejor escuela de artes de la historia, y muy costosa también, parecía inalcanzable para una chica de su edad.
Los jueces del concurso quedaron sorprendidos con su especial don, a pesar de tener solo once años cantaba con una pasión y afinación muy poco común, y a los meses viajó junto a su padre a Gran Bretaña para internarse en su primer año de la Real Mattews Academy.
Su madre y su abuela le dieron un collar y un joyero (respectivamente) cuando vino a estudiar en el internado, desde entonces no se separa de ellos.
A pesar de lo que la gente piensa, aun es virgen.
A pesar de hablar el ingles perfectamente aun tiene acento mexicano.